Tumores benignos de oído
Tumores no cancerosos de oído.
En su definición más simple, un tumor es una alteración de los tejidos en una parte específica del cuerpo que provoca un crecimiento anormal de volumen en esa área.
En el oído pueden llegar a desarrollarse tumores benignos o malignos. El tumor no canceroso de oído puede desarrollarse en el canal auditivo; y es muy común que lo identifique el especialista en consulta (en lugar del propio paciente).
Entre los tumores benignos de oído es posible identificar los siguientes:
- Quistes sebáceos o de inclusión epidérmica. Poseen forma de saco y están compuestos por aceites corporales (producidos por las glándulas sebáceas) y residuos de tejido muerto.
- Exóstosis u Osteomas. Se identifican como un crecimiento importante del hueso en la zona del canal auditivo externo. La exóstosis del conducto es también conocida como “oído de surfista”.
- Queloides. En estos casos lo que crece es el tejido cicatricial posterior a algún tipo de lesión.
Los más comunes son los quistes sebáceos que pueden desarrollarse en el conducto, detrás del oído o en el lóbulo de la oreja.
Síntomas
En muchos casos los síntomas del tumor benigno de oído no llegan a ser significativos y la patología es diagnosticada por observación del especialista; sin embargo las manifestaciones más frecuentes en pacientes que llegan a padecerlas son:
- Pérdida de audición progresiva.
- Infecciones en el oído que se vuelven repetitivas.
- Percibir algún abultamiento en el interior del oído u oreja.
- Molestias o dolor en el oído.
Diagnóstico.
Cuando no existen síntomas, el tumor no canceroso de oído es un hallazgo que muchas veces resulta sorpresivo al realizar una exploración física con el otoscopio.
Para su diagnóstico existen diferentes alternativas de estudio; la audiometría y la timpanometría se cuentan entre ellas, ya que como hemos indicado anteriormente en estos casos es frecuente la pérdida progresiva de la capacidad auditiva producto del crecimiento del tumor que va obstruyendo el conducto.
En ocasiones también puede solicitarse una tomografía computarizada para precisar detalles del tumor (tamaño, ubicación u otros) a través de imágenes mucho más precisas.
Tratamiento.
Cuando el tumor benigno de oído no representa ningún tipo de molestia para el paciente, este puede continuar su vida sin problemas.
Ahora bien, si el tumor crece (suele darse el caso con los tumores óseos) y comienza a afectar la capacidad auditiva o bien genera dolor e infecciones, es posible que deba ser tratado con antibióticos. Finalmente también existe la alternativa quirúrgica, en la cual se programa la extirpación del tumor sin mayores complicaciones para el paciente.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Las condiciones más comunes de los pacientes que asisten al consultorio de la doctora Brenda:
Amigdalitis
Adenoides
Congestión nasal
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Dolor de oídos
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