Tiroidectomía
Una tiroidectomía es el nombre que recibe el procedimiento quirúrgico que se aplica para remover la glándula tiroides cuando ésta presenta algún tipo de enfermedad o anomalía.
Una tiroidectomía es el nombre que recibe el procedimiento quirúrgico que se practica para remover la glándula tiroides, mediante una extirpación parcial o total. Esta cirugía se practica a pacientes con desordenes funcionales y cáncer de tiroides (salvo algunos casos de canceres anaplásicos).
¿Qué tipos de tiroidectomía existen?
Básicamente la cirugía para extirpar la glándula tiroidea es el procedimiento más común en el tratamiento del cáncer de tiroides y otras enfermedades funcionales (entre ellas, el bocio o el hipertiroidismo).
En este sentido, el procedimiento puede llevarse a cabo de dos maneras:
- Tiroidectomía total. Indicada principalmente cuando existen procesos neoplásicos malignos o tumores en la laringe que pudiesen evolucionar en metástasis.
- Tiroidectomía parcial. Para prevenir el hipotiroidismo (en los casos que así lo permiten) es posible extirpar hasta un 95% de la glándula; la cual luego de algún tiempo, vuelva regenerarse y reestablecer su función.
Además de esta clasificación, existe otro procedimiento denominado lobectomía; el cual consiste en remover una mitad o sección del tejido (lóbulo de la tiroides), para conservar la integridad del resto de la glándula.
¿Cómo se realiza una tiroidectomía?
En particular, la tiroides es una glándula en forma de lazo o mariposa ubicada en la base del cuello que forma parte del sistema metabólico del cuerpo.
Tan pronto como se identifica un problema con su funcionamiento y se decide aplicar una cirugía para extirpar la glándula tiroidea; existen diferentes técnicas que pueden ser aplicadas según el caso:
- Tiroidectomía convencional. Es el procedimiento más común, en cuyo caso se realiza una incisión en el centro del cuello para ubicar y retirar la glándula directamente.
- Tiroidectomía transoral. Mediante un corte intraoral (dentro de la boca) se logra el acceso hacia la glándula, logrando extirparla sin dejar una herida visible en el cuello del paciente.
- Tiroidectomía endoscópica Aprovechando las ventajas que ofrece la técnica video endoscópica; se realiza la intervención utilizando el instrumental quirúrgico mínimamente invasivo que facilita el trabajo del especialista y produce heridas mucho más pequeñas y de más rápida recuperación.
¿Por qué se realiza la tiroidectomía?
Existen varias causas que determinan la ejecución de una tiroidectomía:
- Cáncer de tiroides: Es quizá el motivo más frecuente de esta cirugía, ya que existe la posibilidad de eliminar el tumor a través de la extirpación total de la glándula (o buena parte de ella), como una opción de tratamiento.
- Hipertiroidismo: Este trastorno hace que la glándula tiroides produzca demasiada hormona (tiroxina). Aunque en general es tratado con fármacos antitiroideos y terapia con yodo radioactivo, la tiroidectomía sigue siendo una opción si no se obtienen los resultados deseados.
- Agrandamiento no canceroso: Esta patología causa dificultad para respirar o tragar, en especial cuando la tiroides ya es muy grande. En estos casos, el retiro de la glándula es la solución más eficaz.
- Nódulos tiroideos indeterminados o sospechosos: Algunos nódulos no pueden identificarse luego de practicar una biopsia con aguja, por lo que muchos especialistas recomiendan hacer una tiroidectomía para evitar riesgos de propagación de células cancerosas.
La extirpación de la glándula tiroides va a variar dependiendo el motivo de la cirugía. Cuando se hace una tiroidectomía parcial, es posible que la parte no extirpada funcione normalmente.
Por el contrario, si se ha efectuado una tiroidectomía total, el paciente debe cumplir un tratamiento diario con hormonas para reemplazar la función natural que cumplía la glándula.
¿Cómo prepararte para la tiroidectomía?
Al saber que nos someteremos a una tiroidectomía, el especialista indica varias pautas que debes comprender y aplicar correctamente para obtener mejores resultados. Algunas de ellas son las siguientes:
- No debes ingerir alimentos ni bebidas 8 horas antes de la cirugía. Esto puede causar efectos secundarios con la medicación y/o anestesia.
- Debes asegurarte una buena higiene corporal mínimo 2 horas antes de la intervención quirúrgica. Esto incluye un correcto lavado de piel, boca y cabello.
- Retira todos los objetos y accesorios de uso personal; por ejemplo, anillos, cadenas, piercings, prótesis dentales, pendientes, entre otros.
- Por último, no debes llevar las uñas pintadas, usar perfumes ni cremas en la zona donde se hará la cirugía.
Recomendaciones finales y posibles complicaciones
Por otro lado, cuando se efectúa una lobectomía es difícil poder aplicar pruebas en el futuro (gammagrafías) que ayuden a determinar si el tumor ha regresado.
Asimismo, después de llevarse a cabo una extirpación total de la glándula, el paciente deberá consumir la hormona tiroidea artificialmente por el resto de su vida (levotiroxina).
En cualquier caso, entre las complicaciones más frecuentes es probable que algunos pacientes desarrollen hipotiroidismo, hipertiroidismo o hipoparatiroidismo cuando llega a comprometerse la paratiroides durante el procedimiento.
De la misma manera, se deben cuidar los protocolos establecidos por el especialista durante el postoperatorio para evitar hemorragias e infecciones. En el caso de haber causado daños durante el procedimiento a los nervios laríngeos; puede darse el caso que se presenten problemas y/o pérdida del habla.
No obstante, lo conveniente en estos casos es mantener el tratamiento indicado durante la fase postoperatoria y observar el tiempo de recuperación; ya que lo normal es que existan cambios en la voz, sensibilidad y dolor en el cuello.
Cuidados post quirúrgicos
Sin duda, el paciente que se somete a una tiroidectomía debe contar con ciertos cuidados durante su estancia hospitalaria, y luego en el hogar.
Es por ello que el acompañamiento se considera una de las principales recomendaciones para el paciente, de manera que se pueda contar con el apoyo logístico necesario para un óptimo reposo.
En particular, la higiene es uno de los principales aspectos que debe tener en cuenta el cuidador. Durante los primeros 7 días se debe hacer un lavado cuidadoso en la zona y una ducha cada 2 días.
Por otro lado, el lavado de la herida quirúrgica es algo más complejo. La herida solo debe lavarse con agua y jabón neutro, y en este caso debe reemplazarse la cura cada 2 días, completando su limpieza con algún antiséptico.
Al mismo tiempo, la alimentación es imprescindible, ya que se debe cumplir con el ritmo de ingesta recomendado por el médico. En este punto se recomienda comer al menos 3 veces al día, sin restricciones de ningún tipo; y como puede sentir molestias al deglutir, la ingesta debe basarse en líquidos y dieta blanda.
La dificultad en la movilidad luego de la cirugía, va de la mano con el tipo de tiroidectomía realizada. Las limitaciones, rigidez en el cuello o dolor desaparecen en unas pocas semanas, pero impiden realizar esfuerzos o conducir; motivo por el cual el reposo debe ser riguroso.
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Dieta después de la tiroidectomía
La glándula tiroides controla múltiples funciones que regulan el metabolismo y generan cambios en el control de peso y la sensación de apetito. Esta última, tras la cirugía se ve más acentuada, por lo cual deben considerarse todas las recomendaciones del especialista.
Esencialmente se recomienda la ingesta de alimentos saludables, suaves y fáciles de digerir como pudin, gelatina, pure de papa, compota de manzana o yogurt.
Del mismo modo, en algunos pacientes los analgésicos pueden provocar estreñimiento. Para ellos, es recomendable el consumo de alimentos ricos en fibra e ingerir abundantes líquidos.
Preguntas frecuentes
En las próximas líneas encontrarás muchas respuestas relacionadas con la tiroidectomía que seguramente te ayudarán.
¿Cómo es la vida después de una tiroidectomía total?
Como ya hemos mencionado, luego de someterse a este procedimiento quirúrgico, el paciente puede experimentar dolor y molestias en el cuello durante la deglución, afectación de la voz y signos de ronquera que se extienden durante los primeros 10 días.
Tan pronto como se realiza la cirugía, es preciso iniciar un tratamiento de por vida con alguna terapia hormonal que cubra la necesidad natural que suplían la glándula tiroides.
Normalmente, con el paso del tiempo la dosis administrada de este tipo de fármacos se irá ajustando según la necesidad del paciente y previo estudio de un médico especialista (endocrinólogo).
¿Cuánto dura la recuperación después de una tiroidectomía total?
La recuperación tras la cirugía suele prologarse hasta un año. Este tiempo puede reducirse si se cumple con los cuidados posturales e inmovilización de la zona afectada.
El reposo riguroso durante las primeras 3 semanas es determinante. Al pasar el tiempo, baja el riesgo de hemorragias y mejoran las molestias, lo que permite la incorporación progresiva de las actividades cotidianas.
Si se cumple con el reposo, es posible que el tiempo total de recuperación sea de aproximadamente 5 semanas.
¿Por cuánto tiempo se siente dolor después de la tiroidectomía?
La intensidad del dolor es variable según la causa y tipo de cirugía que se practique; sin embargo, tras someterse a una tiroidectomía las molestias son transitorias y en general existe un tiempo promedio de duración de entre dos y tres semanas antes de sentir que se retorna a una relativa normalidad.
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