Rinitis Alérgica
Se conoce bajo el término rinitis la inflamación de la mucosa nasal,
la cual se origina como respuesta inmunológica de las membranas ubicadas en dicha zona. Existen 2 tipos: La rinitis alérgica es una enfermedad que se desarrolla a nivel de la nariz y vías aéreas, llegando a afectar ojos y senos paranasales en personas sensibles, ante la presencia de algún factor alérgeno, el cual varía de un paciente a otro. La rinitis no alérgica es así denominada porque su origen lo determinan otras causas, entre ellas el resfriado común, tabique desviado, abuso de medicamentos, entre otras.
Tratamiento para la rinitis alérgica
Antes de obtener un diagnóstico preciso, el profesional de la salud debe hacer un examen físico e iniciar la anamnesis para conocer el estado de salud del paciente. Una vez hecho esto, se desarrolla un plan de tratamiento para aliviar o eliminar los síntomas de la rinitis alérgica. Entre estos tenemos:
Corticoides nasales
En primer lugar, estos medicamentos ayudan a prevenir la congestión nasal y/o el goteo de la nariz provocado por una rinitis alérgica.
Para la mayoría de pacientes, los atomizadores nasales son medicamentos eficaces contra la rinitis y que mayormente son los que se recomienda de primero. Entre ellos tenemos:
Atomizadores de venta libre; como la budesonida, mometasona, triamcinolona, fluticasona.
Atomizadores con récipe; entre los que se ubican la azelastina y fluticasona, mometasona y olopatadina.
Descongestionantes
Asimismo, los descongestionantes son otro grupo de fármacos que reducen la obstrucción y la inflamación debido a la presión. En su mayoría se combinan con antihistamínicos para dar mejor resultado y vienen en varias presentaciones (líquidos, comprimidos y atomizadores).
Entre los atomizadores más comunes, están los que contienen clorhidrato de fenilefrina u oximetazolina. Si nos referimos a las presentaciones orales; normalmente contienen pseudoefedrina.
Antihistamínicos
Son bloqueadores de la sustancia química que provoca el síntoma (histamina). Cuando se produce una reacción alérgica, esa sustancia es liberada por el sistema inmunitario, lo cual permite a los antihistamínicos accionar; ayudando a controlar el goteo nasal, la sensación de picor y los estornudos.
Generalmente se combina con descongestionantes porque su efecto es menos eficaz en ese sentido. Al clasificar los antihistamínicos, nos encontramos con:
Orales: Como la loratadina, cetirizina y fexofenadina.
Gotas para ojos: Olopatadina y el fumarato de ketotifen.
Atomizadores: Azelastina.
En cualquier caso, los antihistamínicos provocan resequedad en boca, ojos y nariz. También producen somnolencia, dolor de cabeza y cambios en el apetito; por lo que se debe ser especialmente cuidadoso durante su consumo (en especial si se realizan actividades que requieran concentración).
Cromoglicato disódico
En tanto que ya hemos referido los más conocidos, este fármaco contribuye a aliviar los síntomas de la rinitis alérgica bloqueando la liberación de la histamina.
En particular, su respuesta es mucho más eficaz si se toma antes de presentar los síntomas y como ventaja adicional, no presenta efectos secundarios graves. Viene en dos presentaciones: Gotas para los ojos y atomizador nasal.
Modificador de leucotrienos
Por otro lado, este medicamento (mejor conocido como Montelukast) viene en presentación oral en forma de comprimidos.
Se prescribe como tratamiento bloqueador de la acción de los leucotrienos; sustancias que desarrolla el sistema inmunitario y provocan la rinitis alérgica.
Entre otros, su uso es primordial en el tratamiento de pacientes con asma provocada por alergias.
Ipratropio nasal
Por último, este fármaco se vende en presentación de atomizador nasal y su uso es esencial para aliviar el goteo intenso de la nariz, evitando que sus glándulas internas produzcan mucosidad.
Sin embargo, no está recomendada su administración si existen otros síntomas presentes como congestión, comezón y estornudos.
Los factores que inciden en la aparición de la rinitis alérgica se clasifican en 2 grupos:
• Los primarios frecuentes; como el polvo, polen, ácaros, esporas, plumas y pelo de animales entre otros, que se encuentran libremente en el entorno. Algunos alimentos también se pueden incluir en esta lista.
• Los factores secundarios, que se presentan cuando existen condiciones preexistentes en el paciente. Éstos ocasionan entre otros: Hipersensibilidad al frío, olores penetrantes, humo y perfumes.
Los síntomas son muy similares a los del resfriado común:
• Sensación de comezón o picor en ojos, nariz, garganta u oídos.
• Secreción nasal.
• Goteo pos nasal.
• Congestión severa, tos y estornudos frecuentes.
• Dolor de cabeza (cefalea).
• Irritabilidad y/o fatiga.
• Algunos casos pueden manifestar sangrado nasal y/o mareos tipo vértigo.
• Es común presentar también pólipos nasales y/o sinusitis.
Según su manifestación en el paciente
Se puede diferenciar la rinitis alérgica aguda que sobreviene cuando el paciente presenta reacción durante algunas horas luego de tener contacto con el factor alérgeno que la detona; y la rinitis alérgica crónica cuando la condición se mantiene a lo largo del tiempo y la persona padece los síntomas al menos 2 veces por semana.
Cuando éstos son recurrentes (2 veces por semana o más) es conveniente visitar a un especialista y comenzar a identificar cuáles pueden ser las causas que originan la reacción alérgica, empleándose para ello análisis cutáneos como el test de punción de Prick u otras pruebas específicas en sangre.
Luego de realizar los análisis, el especialista podrá ajustar el tratamiento a seguir según las necesidades del paciente, considerando muchos factores como la edad, tipo de alergia, intensidad de los síntomas o si existen otras patologías que puedan complicar la condición presente.
El protocolo farmacológico puede incluir: Antihistamínicos, descongestionantes, corticoesteroides y otros medicamentos o vacunas que solo deben ser administrados bajo indicación médica.
Esta patología de no ser tratada, puede generar algunas complicaciones en el paciente, tales como:
Afectación de su calidad de vida. Al sentirse constantemente “resfriado”, el individuo presentará dificultad para conciliar el sueño y alcanzar un descanso efectivo; alterando su actividad física regular por el cansancio acumulado y la sensación recurrente de congestión y malestar.
También se ven impactadas sus relaciones sociales y afecta las actividades laborales / escolares, dificultando la concentración y ocasionando ausencias repetitivas.
Sensibilidad para desarrollar sinusitis e infecciones en el oído medio (otitis media). La inflamación recurrente que se genera por la rinitis alérgica, a mediano plazo será catalizador para la irritación de los senos paranasales, desarrollándose la rinosinusitis; o bien la inflamación del oído medio, ocasionado la otitis media.
Puede empeorar los síntomas del asma.
La cirugía de cornetes inferiores
es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que se realiza en pacientes que no reaccionan favorablemente al tratamiento farmacológico. Se realiza a través de las fosas nasales, realizando pequeños toques al cornete inferior con un instrumento especial que irá reduciendo su tamaño.
La intervención no compromete la integridad de la mucosa nasal y el paciente no requerirá taponamiento; generalmente no se presenta ninguna complicación más allá de una leve inflamación que podría durar entre 5 y 10 días, tiempo en el cual se evidenciaran los resultados.
Los pacientes que sufren de rinitis alérgica pueden presentar problemas recurrentes a lo largo de su vida, en especial cuando no son tratados. A continuación se indican algunas recomendaciones generales para su bienestar:
Evite o minimice su exposición a aquellos agentes que reconoce como alérgenos.
En caso de contacto con un agente alérgeno conocido, es importante consumir el medicamento que ha sido indicado por su médico para tal fin.
Si aún no ha identificado las causas, manténgase alejado de aquellos agentes comunes; evitando la exposición al polen, manteniendo su hogar, oficina o entorno limpio de moho, polvo, ácaros o pelo de mascotas.
No se auto medique. Los tratamientos no se aplican de igual forma para cualquier caso, por lo cual es sumamente importante contar con la orientación del especialista.
Complicaciones ¿Qué pasa si no me trato la rinitis alérgica?
Todos los conductos de las vías respiratorias están conectados. Por tanto, la afectación puede propagarse al oído y garganta en cualquier momento; causando infección e irritaciones.
Tendencia a desarrollar sinusitis
Además de la obstrucción que produce a nivel de las vías respiratorias altas, cuando la rinitis es recurrente, los conductos nasales desarrollan infecciones que podrían desencadenar cuadros de sinusitis crónica.
Afección del sueño
Las interrupciones del sueño que provocan síntomas como la congestión y los estornudos, producen alteraciones en el descanso de una persona. En consecuencia, las señales de cansancio y mal humor pueden acentuarse progresivamente.
Asma
La obstrucción de las vías aéreas y la presencia de inmunoglobulina E, son factores característicos de la rinitis que pueden desarrollar con el tiempo un cuadro asmático severo.
Infecciones oculares
La constante irritación, inflamación y/o secreción abundante en los ojos, son algunos de los síntomas comunes que produce la rinitis alérgica. Evidentemente esto conlleva la manipulación de esta zona, generando en consecuencia todo tipo de infecciones.
Cefalea
Cuando los conductos nasales se encuentran obstruidos por causa de la rinitis alérgica, se obtiene como resultado una retención de aire dentro de la cavidad craneal que produce dolores de cabeza y molestias frecuentes.
Irritaciones en la cara
Durante una rinitis, el exceso de secreción nasal hace que el paciente use cualquier pañuelo o tela para limpiar continuamente su nariz. Este roce continuo genera resequedad en la piel e irritación en las áreas más sensibles.
Infecciones otorrinolaringológicas
Todos los conductos de las vías respiratorias están conectados. Por tanto, la afectación puede propagarse al oído y garganta en cualquier momento; causando infección e irritaciones.
Concentración
La falta de un descanso reparador ante los síntomas que desarrolla la rinitis alérgica, afecta la calidad de aprendizaje y causa déficit de atención.
Problemas dentales
Finalmente, cuando esta afección se presenta en niños, una alteración característica que se produce es que comienzan a respirar por la boca. Esto trae como consecuencia alteraciones importantes, entre ellas deformación de los dientes y la mandíbula.
Preguntas frecuentes
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¿Necesito pruebas para alergias?
Para diagnosticar la rinitis alérgica, es preciso hacer una prueba cutánea muy sencilla.
Durante el examen, se aplica en la piel unas gotas que contienen algún agente alérgeno al que podemos ser sensibles, y se introducen con una mínima lanceta que perfora la piel.
Como resultado de esta exposición, pasados entre 10 y 20 minutos se evidenciará la reacción que podríamos presentar en otras partes del cuerpo al contacto con dicho agente.
De la misma manera, se piden análisis de sangre para cuantificar de una forma más específica, los anticuerpos que combaten a ese alérgeno.
¿Hay vacunas para prevenir la rinitis alérgica?
Una parte importante del tratamiento, incluye recibir inmunoterapia; es decir, vacunas antialérgicas.
En particular, un médico alergólogo se encarga de inyectar pequeñas dosis de sustancias a las que el paciente es alérgico debajo de la piel, de manera que el cuerpo se acostumbre al alérgeno.
¿Puedo hacer ejercicios si tengo rinitis alérgica?
La práctica de algún ejercicio o deporte nos ayuda a mantenernos sanos y en forma. Algunos estudios indican que la alergia reduce el rendimiento deportivo en los atletas.
Al tener congestión, la nariz se ve imposibilitada de cumplir sus funciones de respiración, filtro, humectación y normalización de la temperatura del aire que se inhala.
Por consiguiente, los deportes que se aconsejan para las personas que sufren de alergias son aquellos que implican un esfuerzo físico, pero que también permiten realizar descansos (un ejemplo de esto son el tenis y las artes marciales).
Estas disciplinas mejoran la capacidad y concentración del paciente, de manera que él mismo fije su límite. La natación también es muy recomendada; ya que mejora la capacidad respiratoria.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Servicios y Especialidades
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Especialidades
Las condiciones más comunes de los pacientes que asisten al consultorio de la doctora Brenda:
Amigdalitis
Adenoides
Congestión nasal
Desviación del tabique nasal
Dificultad para respirar
Disfonía
Dolor al tragar
Dolor de garganta
Dolor de oídos
Faringitis
Faringolaringitis
Fractura nasal
Ganglio en cuello
Ganglios en cuello
Glositis
Hipoacusia
Infección del oído
Infección de garganta
Laringitis
Movimientos involuntarios en los ojos
Otalgia
Otitis
Pérdida de audición
Poliposis nasal
Rinitis crónica
Ronquera
Ronquidos
Sinusitis
Sordera
Vértigo