Parálisis de cuerdas vocales
¿Qué es la Parálisis de cuerdas vocales?
Las cuerdas vocales son un par de estructuras musculares que se encuentran ubicadas en la traquea. En posición de reposo, ellas están relajadas en forma de “V” y permiten la circulación del aire a través de dicha abertura al producirse la respiración. Cuando hablamos, los tejidos se contraen y se cierran al recibir el impulso nervioso que controla su función; de esta manera se produce la vibración que genera el sonido de la voz, mientras que se protege el ingreso de comida o algún cuerpo extraño al canal respiratorio.
Cuando este impulso nervioso no se produce, puede que una o ambas cuerdas vocales se paralicen; ocasionando problemas de diversa índole en todos los procesos en los cuales intervienen.
Síntomas
Dependiendo si la afectación es unilateral o en ambas cuerdas, existen algunos síntomas que pueden variar; sin embargo en general el paciente puede presentar lo siguiente:
- Voz ronca y entrecortada.
- Reducción o pérdida de potencia en la voz (parálisis bilateral).
- Tos y ahogo al comer o tragar líquidos.
- Picor o recurrente necesidad de aclarar la garganta.
- Respiración ruidosa.
- Sensación de ahogo y falta de aire al hablar.
- Pérdida del reflejo que produce las náuseas.
Diagnóstico.
Mas allá de la apreciación inicial del tono de voz que pueda detectar el especialista en la consulta, el examen físico se apoya en las siguientes técnicas:
- Laringoscopia. Con el uso del laringoscopio (tecnología endoscópica), el especialista puede observar directamente a través de una cámara la posición y movilidad que presenten las cuerdas vocales para determinar si en efecto existe parálisis y si están afectadas una o ambas estructuras.
- Pruebas de imagen. Es probable que para un diagnóstico preciso se requieran pruebas complementarias de imágenes; entre ellas la radiografía de esófago y/o tiroides, Tomografía Computarizada o Resonancia Magnética.
- Electromiografía de laringe. Más que diagnóstica, esta prueba es especialmente útil para determinar como será la evolución de la recuperación del paciente. Consiste en una serie de agujas que se colocan a través del cuello del paciente para medir los impulsos eléctricos presentes en la laringe.
Causas y tratamiento.
Son muchas las causas que pueden provocar el desarrollo de esta patología e incluso es probable que se dificulte determinar su origen.
En muchas ocasiones es consecuencia de un traumatismo en la zona del cuello o una intervención quirúrgica previa en alguna estructura próxima (tiroides o esófago, por ejemplo) que las afectó. La presencia de tumoraciones o un accidente cerebro vascular también se cuentan entre las causas probables.
Como es lógico inferir, el tratamiento también guarda relación con las causas de la condición y en este sentido puede resultar variable. Sin embargo, los protocolos más habituales son los siguientes:
- Terapia del lenguaje. Basada principalmente en ejercicios de vocalización y técnicas de respiración; es un tratamiento que funciona en muchos casos sin necesidad de intentar otro tipo de intervención.
- Cirugías. La traqueostomía es el procedimiento más común cuando existe un “bloqueo” de la vía respiratoria por parálisis de ambas cuerdas vocales; este método genera una “vía alterna” mediante la colocación de un tubo directamente en la tráquea que facilite la respiración. Otras técnicas quirúrgicas en casos menos severos en donde se ve mayormente afectada una sola cuerda vocal incluyen la cirugía para el reemplazo de un nervio dañado o la reubicación de la cuerda vocal paralizada.
Si alguien en casa presenta algún síntoma que pueda sugerir una parálisis de cuerdas vocales, es importante que se concrete la cita con el especialista para realizar la revisión y contar con asesoramiento profesional a la hora de tomar acciones.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Las condiciones más comunes de los pacientes que asisten al consultorio de la doctora Brenda:
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Dolor de oídos
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