Otitis Externa
Otitis externa; síntomas, diagnóstico y tratamiento
La otitis externa, es una enfermedad principalmente infecciosa que afecta la delicada piel del conducto auditivo externo.
Además de relacionarse su causa a un origen bacteriano en el 90% de los casos, se le confunde con cierta frecuencia y es tratada como una otitis media; afectando la efectividad del tratamiento en el corto plazo. También se le conoce como oído del nadador u otitis externa difusa.
Causas
Antes que nada, hay que recordar que el conducto auditivo externo posee características particulares que le ayudan a protegerse de hongos y bacterias.
En este sentido, la producción de cerumen no solo se trata de una secreción desagradable que debemos eliminar absolutamente (un pensamiento erróneo que algunas personas asocian con la falta de higiene); sino que además viene a ser una especie de capa protectora que evita estos problemas.
Así, entre las causas que podemos señalar se encuentran las siguientes:
- Cambios en el pH de la delicada piel del conducto.
- Lesiones causadas por limpieza excesiva con hisopos u otro tipo de objetos.
- Reacciones alérgicas.
- Exceso de humedad atrapada en el conducto auditivo externo.
Tipos de Otitis Externa
- Otitis externa difusa. Siendo la de mayor prevalencia, se presenta al menos en un 10% de la población; con mayor incidencia en niños pequeños y hasta 5 veces más frecuente entre nadadores. En tanto que la temperatura y las condiciones de humedad propician su aparición; generalmente los casos se incrementan durante el verano.
- Otitis externa localizada. Son dolorosas y producen una secreción purulenta que emerge de un forúnculo (como una espinilla). También hay inflamación, enrojecimiento e hipoacusia.
- Otitis externa micótica (otomicosis). Es la variación causada por la presencia de hongos que se desarrollan con la humedad. Por su parte, este tipo de casos puede evidenciar puntos en el conducto auditivo o una especie de algodones según el tipo de hongo que se identifique; no obstante, se trata de una afección menos dolorosa.
- Otitis externa eccematosa. Se trata de una dermatitis que se desarrolla en el conducto auditivo externo; provocando irritación y descamación en la piel. En consecuencia, estos pacientes suelen quejarse de mucha comezón en el área afectada; la cual por lo general se ha producido por una sobre exposición a anestésicos y/o antibióticos tópicos.
- Otitis externa maligna. Afecta el hueso temporal y a partir de este punto es capaz de extenderse a otros tejidos próximos. Sin duda es una enfermedad grave que produce dolor intenso y su agresividad puede llevarla a avanzar realmente rápido.
Síntomas
Como resultado de una otitis externa, es probable que el paciente padezca algunas de las siguientes molestias:
- Dolor.
- Secreción fétida.
- Hipoacusia.
- Inflamación.
- Descamación.
Diagnóstico
En tanto que el oído del nadador presenta condiciones bien específicas, es preciso realizar una exploración física exhaustiva para diferenciarlo de una otitis media; ya que pueden confundirse fácilmente cuando ambas patologías presentan abundante secreción.
También cabe indicar que en la otitis externa se dificulta la revisión con el otoscopio por la inflamación de las paredes del conducto auditivo (especialmente cerradas y muy sensibles); provocando dolor durante el examen exploratorio.
Por otro lado, las otomicosis son diagnosticadas a partir de la observación (aspecto del conducto) y su respectiva toma de muestra; la cual es empleada para realizar el cultivo.
Tratamiento
En primer lugar, el protocolo regular comprende la aplicación de terapia caliente (calor local) y antinflamatorios que ayuden a mitigar el dolor. Luego se encuentran los antibióticos y cortocoesteroides que pueden ser aplicados directamente en el conducto, gracias a su presentación como gotas óticas.
Básicamente el tratamiento se lleva a cabo con una duración de entre 7 y 10 días; aplicando 2-3 gotas unas 3 veces al día o según lo indique más precisamente el especialista, que puede ajustar la dosis en cada caso.
También es probable que tu médico indique antibióticos orales si el conducto se encuentra muy inflamado y las gotas no logran ingresar fácilmente hasta el lugar de la lesión. Por otro lado, cuando se trata de una otitis externa micótica, la aspiración de formaciones algodonosas y aplicación de antimicóticos tópicos, ayudarán a restablecer el equilibrio de la región afectada. De igual forma, ante la otitis externa eccematosa, el tratamiento puede incluir la indicación de antihistamínicos.
Finalmente, la colocación de una mecha de gasa es otra alternativa que va a permitir que las gotas ingresen a través del conducto, cuando éste se encuentra muy edematizado. En este sentido, se trata de una pequeña pieza permeable que es cuidadosamente ubicada por el médico y facilitará la aplicación del tratamiento durante 48 – 72 horas.
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