Miringotomía
¿Qué es la Miringotomía?
Miringotomía es el nombre que recibe el procedimiento quirúrgico mediante el cual se hace una cuidadosa incisión en la delicada membrana timpánica.
Básicamente, esta cirugía se realiza para drenar los fluidos que se acumulan en el oído medio a causa de una otitis o favorecer su ventilación.
En este sentido, durante el procedimiento son colocados los llamados tubos de ventilación o tubos de drenaje; los cuales evitan que la abertura efectuada se cierre y equilibran la presión del oído medio con la del ambiente externo.
Más tarde, los tubos de ventilación y drenaje temporales se caen (entre 6 y 12 meses después de la intervención) y deben ser colocados nuevamente en caso que el paciente aún lo requiera. También existen tubos permanentes, que son usados en casos muy particulares.
¿Cuándo está indicada esta intervención?
Entre los principales factores que determinan la aplicación de una miringotomía se encuentran los siguientes:
- Pacientes con Otitis media aguda recurrente o que no responde a tratamiento.
- Pacientes con Otitis media cerosa que excede los 3 meses y no mejora.
- Pacientes con hipoacusia (especialmente niños pequeños con retraso en el desarrollo del lenguaje).
- Pacientes con malformaciones craneofaciales (en especial aquellos casos en los que pueda verse comprometida en su función la trompa de Eustaquio).
¿Cómo se realiza la miringotomía?
La intervención se lleva a cabo en su mayoría de forma ambulatoria y la anestesia general es aplicada únicamente en niños.
Básicamente, consiste en realizar una incisión mínima con visión microscópica, a partir de la cual se realiza el aspirado de líquido del oído; luego de esto, se ubican los tubos de drenaje.
Sin duda, es un procedimiento rápido y sencillo que suele realizarse en 10 minutos; siempre y cuando sea ejecutado por un profesional especializado. De igual forma, no implica mayores riesgos para el paciente, salvo los que puedan asociarse a la aplicación de la anestesia.
¿Cuáles son los cuidados y posibles complicaciones?
Básicamente, los únicos que deben tener un cuidado postoperatorio especial son los pacientes que recibieron anestesia general; es decir los niños. Luego de la recuperación regular, simplemente podrá retirarse a casa.
Sin embargo, es probable que durante algunos días deba colocarse gotas óticas con algún antibiótico para prevenir infecciones. También es importante que el paciente evite mojarse el oído en la ducha o por inmersión, y que además mantenga un control periódico con su médico tratante para hacer seguimiento a su evolución.
Adicionalmente, en muy pocos casos se presentan situaciones que requieran asistencia médica de urgencia; no obstante, algunas complicaciones pueden ser:
- Daño de la membrana timpánica que amerite una posterior reconstrucción (timpanoplastia).
- Desarrollo de procesos infecciosos.
- Desplazamiento del tubo de drenaje al interior del oído con posterior cierre de la membrana. Por supuesto, en estos casos es preciso realizar una nueva intervención para removerlo.
- En algunos casos luego de retirarse el tubo de ventilación, la incisión permanece abierta; en consecuencia, debe realizarse una nueva cirugía para cerrarla.
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