La tos es un proceso fisiológico que ocurre en nuestro cuerpo y se manifiesta como reflejo que activa el sistema defensivo de las vías respiratorias; siendo la tos persistente un síntoma de alerta ante algo que está ocurriendo en nuestra garganta, bronquios, laringe o faringe.
Generalmente tosemos en respuesta a una molestia y no siempre se debe a una enfermedad; siendo incluso saludable hacerlo en ocasiones. Sin embargo, cuando aumenta su intensidad y se prolonga por demasiado tiempo, deja de ser fisiológico para convertirse en un problema de salud.
¿Cuál es la causa de estos episodios de tos?
En primer lugar, al preguntarnos por qué tengo tos hay que pensar en los diferentes agentes que pueden provocar estos episodios. Sin duda, una de las principales causas del reflejo fisiológico es la resequedad en la garganta, que puede presentarse simplemente por falta de hidratación y/o cambios climáticos.
Por otro lado, el ahogamiento o las infecciones víricas como gripe, alergias y secreciones nasales se cuentan también entre los motivos más frecuentes. No obstante, este tipo de tos rara vez se agudiza y en un periodo de pocas semanas mejora significativamente. Después tenemos la tos crónica que es la que dura más de ocho semanas en adultos o cuatro en niños; la cual no mejora y por lo general se acompaña de otros síntomas.
Así, esta tos crónica o tos persistente es causada en la mayoría de los casos por el tabaquismo; sin embargo, en algunos casos la tos puede ser el resultados de afecciones de vía área como bronquitis crónica, traqueopatía, asma, goteo postnasal y patologías respiratorias como neumonía, tuberculosis o fibrosis quística.
También es probable que ocurra ante otras enfermedades cardiovasculares, pulmonares o tumorales; y se asocia directamente con el reflujo gastroesofágico. En consecuencia, es normal que el médico tratante solicite imágenes radiológicas, pruebas de función pulmonar y análisis de sangre para determinar las causas.
¿Cuándo debo preocuparme por la tos?
Cuando la tos pasa a ser incesante, prolongada, afecta la calidad de vida de la persona, produce insomnio, jaquecas, pérdidas urinarias y vómitos; ya puede ser momento de despertar las alarmas.
De hecho, también es probable que se acompañe de otras sintomatologías; tales como:
- Síntomas sistémicos (fiebre, dolores articulares, sudoración, pérdida de peso)
- Ronquera, perdida de la voz (afonía, disfonía)
- Producción significativa de esputo.
- Expulsión de sangre por la boca proveniente de las vías respiratorias.
- Radiografías de tórax anómalas.
- Complicaciones con atragantamientos o vómitos.
- Sospecha de contagio (síntoma del covid-19).
¿Qué medidas puedo tomar para calmar y evitar episodios de tos?
Como resultado de todo este análisis y una vez hemos respondido la interrogante del por qué tengo tos incesante, que no me deja dormir y no ha sido fácil controlar; es importante tener en cuenta algunos remedios y soluciones fáciles de encontrar para calmar la tos cuando nos ataque:
- Evita el tabaco, alcohol y cafeína: El humo del cigarrillo y las bebidas estimulantes en general resecan las vías respiratorias; haciendo que la mucosidad se vuelva más espesa y se reseque el aparato fonador.
- Consume miel: Es un antioxidante por excelencia, que además tiene muchas propiedades que ayudan a reducir la inflamación ocasionada por virus; ayudando a minimizar la frecuencia y la gravedad de la tos. No obstante, se debe tener especial cuidado con su administración a niños pequeños, ya que la miel se encuentra contraindicada antes de uno o dos años de edad (en caso de dudas, consúltalo con el pediatra).
- Líquidos: Las bebidas calientes puede ayudar a disminuir el espesor de la mucosidad en la garganta y mejorar el funcionamiento de tu sistema inmunológico. En este sentido, el caldo caliente o té ayudan a abrir las vías respiratorias y lograr que la mucosidad se mueva más fácilmente, además de hidratar las cuerdas vocales y la garganta para provocar sensación de alivio.
- Pastillas mentoladas: Este recurso ofrece un alivio inmediato a una garganta irritada, seca y congestionada; ya que el mentol ayuda a despejar y refrescar las vías respiratorias.
Finalmente, si presentas una tos persistente que no se calma o se ha ido agravando progresivamente; debes comunicarte lo antes posible con un médico especialista que pueda orientarte y solicitar las pruebas necesarias para determinar las posibles causas del problema. Asimismo, debes recordar que los niños pequeños no pueden medicarse de la misma forma que un adulto y que incluso algo en apariencia inofensivo como el jarabe para la tos, puede convertirse en una amenaza para su salud si no es administrado bajo estricta vigilancia médica.