La membrana timpánica esclerosada es un trastorno que afecta el oído y causa incomodidad; además de otras alteraciones en nuestra capacidad auditiva.
¿Qué es la membrana timpánica esclerosada?
La membrana timpánica esclerosada o timpanosclerosis es un proceso que se presenta a partir del renovado anormal del tejido de los huesos. Esta renovación ocurre de forma repetitiva y cíclica en cualquier persona.
También se le conoce con el nombre de otosclerosis; término que proviene de dos palabras en latín: oto – oído; esclerosis – endurecimiento anormal del tejido corporal.
Mientras que el proceso de remodelado del tejido está activo, parte de la capacidad del sonido que viaja desde el oído medio hasta el oído interno es interrumpida.
Como sabemos, las ondas sonoras que entran al oído hacen vibrar el tímpano. A partir de estas vibraciones que viajan hasta el oído medio, se activan la cóclea y los huesos (martillo, yunque y estribo) para producir el impulso que finalmente viaja al cerebro.
Síntomas de la otoscrerosis
Sensación de taponamiento del oído. El paciente puede acudir al consultorio por esta razón, e incluso creer que realmente existe algún cuerpo extraño o tapón de cerumen.
Pérdida auditiva. Es quizá el síntoma predominante en esta patología y puede afectar solo un oído para luego pasar al otro. Muchas personas se van dando cuenta que no logran oír tonos bajos o no perciben un susurro; siendo este un problema que se va acentuando con el tiempo.
Desequilibrio y mareos. Los pacientes con timpanosclerosis que han presentado problemas de pérdida auditiva, comienzan a experimentar alteraciones en el equilibrio.
Tinnitus. Los zumbidos o chasquidos que se producen en los oídos y se conocen como tinnitus; pueden ser otro indicativo que sugiera la presencia de otosclerosis.
Autofonía constante. Cuando existe una alteración en la membrana timpánica, el paciente puede experimentar la sensación de que la voz retumba en su cabeza y siente la necesidad de usar un registro muy bajo para comunicarse con otros.
Acúfenos. No se da en todos los casos; pero entre las personas que lo experimentan es posible percibir un tono más grave o bajo de lo normal.
Dolor intenso y agudo. El tímpano es una membrana sensible, que cuando se afecta puede provocar molestias y un fuerte dolor en el oído.
Causas
Factor de riesgo hereditario.
Inflamación aguda y recurrente del oído medio (otitis).
Trastornos del tracto respiratorio superior.
Exposición constante a sonidos fuertes.
Perforación del tímpano.
Granos en el interior del oído u oreja.
Formación de depósitos de sal de calcio.
Uso excesivo de dispositivos de audio para escuchar música (auriculares).
Introducir objetos filosos o con punta en el oído.
No realizar una limpieza adecuada del oído y pabellón auricular.
Diagnóstico
En primer lugar, los especialistas en audición son los encargados de diagnosticar y tratar los casos de membrana timpánica esclerosada; siendo el otorrinolaringólogo el médico especialista a quien corresponde este campo, en donde comparte roles con el otólogo y el audiólogo.
Después de hacer una revisión física, se solicita una serie de pruebas diagnósticas de audición para descartar otras patologías. Entre estas se encuentra el audiograma que mide la sensibilidad auditiva y el timpanograma para analizar la conducción del sonido en el oído medio.
También puede ser necesario algún tipo de pruebas por imagen, entre las que destaca la tomografía como una de las más solicitadas.
Tratamiento de la timpanoesclerosis
Aunque existen investigaciones en curso en búsqueda de nuevas alternativas de tratamiento; hasta la fecha no se ha producido una opción farmacológica eficaz que permita atender este trastorno.
Sin embargo, el uso de audífonos amplificadores de sonido es el tratamiento quirúrgico más común al cual acuden los especialistas, para ofrecer soluciones ante este tipo de pacientes.
En estos casos, el especialista inserta la prótesis en el oído medio que pasa a través de la calcificación ósea anormal, para permitir que las ondas de sonido viajen hasta el oído interno y restauren la audición.
Por otro lado, aunque se trata de una buena elección para pacientes con otosclerosis; existen factores negativos entre los que resalta una pérdida de la audición luego de la cirugía, que varía de moderada a severa.
Es por ello que lo más recomendable es que se realicen todas las pruebas pertinentes y la evaluación por parte de profesionales especializados, antes de considerar la aplicación de este procedimiento.
De hecho, una de las principales consideraciones para que una persona se considere elegible a este tipo de cirugía es comprobar que la cadena de huesos del oído no funciona. En caso contrario, se utiliza otro tipo de amplificadores de uso externo.
