En la actualidad, la cirugía de feminización de voz es una forma de aumentar o disminuir el tono, que resalta entre otros tratamientos y herramientas terapéuticas aplicadas por especialistas en otorrinolaringología y logopedia.
¿Por qué se hace la feminización de la voz?
La feminización de la voz es un elemento que forma parte del proceso de confirmación de género que puede atravesar una persona, el cual engloba una serie de transformaciones necesarias, para lograr un tono con características atribuibles a la de una mujer.
De hecho, caracterizar en femenino una voz tiene mucho que ver con la manera de comunicar; teniendo en cuenta el código social en cuanto a estereotipos vocales y expresividad femenina.
La coherencia que debe prevalecer entre la identidad de género y el sexo al nacer, es la principal causa del proceso transgénero. En consecuencia, cuando una persona mantiene un tono de voz muy masculino, no solo puede sentir inseguridad, sino que además puede ser víctima de acoso y/o abuso.
¿Qué especialista te puede ayudar?
En primer lugar, el especialista encargado de feminizar o masculinizar la voz, neutralizarla y mejorar el habla en su expresión es el logopeda o patólogo del habla y el lenguaje.
En particular, esta especialidad cuenta con la capacitación precisa en terapias y técnicas adecuadas, que permiten completar un proceso progresivo de transformación de la voz.
Por otro lado, el médico cirujano y el otorrinolaringólogo son los encargados de llevar a cabo un estudio anatómico del paciente, para modificar la voz por medio de cirugía.
Tratamientos para la feminización de la voz
Más allá de saber cómo feminizar la voz, el proceso de preparación que atraviesa el individuo implica un trabajo intensivo e íntimo a nivel vocal, identitario y expresivo.
Esto logra finalmente, cuestionar muchas ideas preconcebidas respecto al tema.
En cualquier caso, en cada sesión se aprende y se practican técnicas para modificar la voz. El uso de un teclado o piano para ayudar a determinar los tonos y un software de frecuencia vocal, son herramientas útiles para medir el progreso en tiempo real.
Evidentemente, para avanzar en esto es preciso reconocer los siguientes términos:
Tono. La frecuencia promedio de la voz en hombres adultos cisgénero, es aproximadamente de 100 a 120 hercios. Asimismo, la frecuencia en las mujeres es de 180 a 220 hercios.
Por lo tanto, para que la voz se perciba como la de una mujer, debe tener en promedio una frecuencia por encima de 160 hercios.
Prosodia. Consiste en la melodía al hablar, la cual incluye cambios en el tono, la acentuación y el volumen. Los hombres usan la intensidad para enfatizar; mientras que las mujeres emplean una mayor variabilidad de tono.
Resonancia. Se refiere a la percepción de las vibraciones que se le da a la voz (no depende del género). En la resonancia gutural, las vibraciones se perciben en la garganta o pecho; mientras que, en una resonancia vocal delantera, se perciben alrededor de los labios y la nariz.
Por consiguiente, con las terapias de feminización de la voz también es posible trabajar otros aspectos que intervienen en el habla; entre ellos:
La velocidad al hablar.
El fraseo.
La calidad de voz.
La articulación.
El contacto visual.
La gesticulación.
Expresión facial.
La postura y manera de asentir con la cabeza.
Hormonas femeninas para cambiar la voz
A partir de varios estudios realizados alrededor de este tema, se ha demostrado que la terapia hormonal con estrógenos no logra gran efecto sobre la calidad de la voz; por lo que cada día se utiliza mucho menos para lograr cambios de este tipo.
En consecuencia, quienes han evaluado esta opción terminan recomendando actuar sobre la laringe y el comportamiento local, de manera que sea posible conseguir una frecuencia de voz más elevada.
Cirugía de feminización de voz
En particular, existen diversas técnicas quirúrgicas aplicadas en la cirugía de feminización de voz:
Aproximación cricotiroidea. En esta intervención se logra aumentar la tensión en las cuerdas vocales, provocando un tono de voz mas alto y mejorando la capacidad del paciente para bajar el tono. Sin embargo, se ha comprobado que con esta intervención no se obtiene un efecto duradero.
Membrana en glotis. Por su parte, con esta cirugía se logra crear una cicatriz en las cuerdas vocales, que las acorta para elevar el tono. A partir de la formación de este tejido cicatricial en la parte anterior de la glotis, también se estrechan las vías respiratorias; por lo que no es una opción recomendada para profesionales de la voz y atletas.
Tiroplastia de tipo III. Con este procedimiento se logra disminuir la frecuencia de la voz al reducir la tensión en las cuerdas vocales.
Luego de cualquiera de las intervenciones mencionadas, es recomendable complementar el tratamiento con el apoyo de un logopeda, quien se ocupará de hacer la rehabilitación de las cuerdas vocales.
Riesgos de la feminización de la voz
Sin duda, existen riesgos relacionados con la cirugía de feminización de la voz. No solo se trata de cambios perceptibles al oído (voz más áspera, muy aguda, ronca, entrecortada o tensa), sino que además en ocasiones, puede llegar a dificultar la comunicación.
De la misma manera, se debe tener en cuenta que al realizar este tipo de procedimientos, estamos efectuando cambios permanentes que no pueden revertirse sin consecuencias más o menos severas.
Por esta razón, es importante saber que el proceso implica aspectos sociales, psicológicos y del entorno que pueden influir de manera positiva o negativa en una persona, más allá de los resultados quirúrgicos.
Es por ello que, ante este tipo de situaciones resulta fundamental contar con el apoyo de familiares o amigos; quienes, ante cualquier cambio, estarán dispuestos a respaldar tu decisión en función de tu bienestar.
Asimismo, no solo se trata de contactar a un profesional capaz de realizar la cirugía.
El acompañamiento desde otras áreas especializadas como la psicología, te ayudará a lograr un mejor progreso dentro de todo tu proceso evolutivo.
Si quieres saber cómo feminizar la voz y este tema te ha interesado; puedes solicitar una cita para que aclares tus dudas con un especialista capaz de escucharte y orientarte para que tomes la mejor decisión.