Las gotas óticas son una solución líquida que se administra en el oído para tratar una amplia variedad de complicaciones en la salud; desde infecciones hasta inflamaciones, las gotas óticas son una alternativa segura y eficaz para aliviar estas dolencias y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.
En el siguiente artículo, explicaremos detalladamente cómo se usan las gotas óticas en niños y adultos. También te diremos cuáles son las precauciones que debes tener en cuenta antes de aplicarlas ¡Comencemos!
¿Cómo administrar las gotas óticas a un niño?
La administración adecuada de las gotas óticas es fundamental para garantizar su eficacia. Por tal motivo, te recomendamos seguir estos pasos:
Lávate las manos con agua y jabón.
Haz que tu hijo se siente y gire la cabeza de manera que el oído infectado quede orientado hacia arriba.
Si es necesario, limpia el oído con una gasa o un paño limpio y húmedo.
Agarra el frasco de las gotas y retira la tapa.
Sostén el frasco con los dedos como si fuera un lápiz y apoya la mano en la cabeza del niño para mantenerla estable.
Usa la otra mano para jalar el lóbulo de la oreja hacia abajo y hacia atrás para abrir el canal auditivo.
Sostén el frasco de gotas sobre el canal auditivo y aplica la cantidad de gotas recetada por el médico.
Sigue manteniendo la cabeza del niño en la misma posición durante unos minutos después de aplicar las gotas.
Coloca la tapa en el frasco de las gotas, lávate las manos y guarda el frasco en un lugar fresco y seco.
¿Cómo aplicar las gotas óticas en adultos?
Ahora que ya sabes cómo se usan las gotas óticas en niños, debemos mencionar que la aplicación de gotas óticas en adultos es un proceso muy similar. En este caso, deberás asegurarte de:
Lavar tus manos con agua y jabón.
Agitar el contenido del frasco antes de usarlas.
Inclinar la cabeza hacia atrás mirando hacia arriba o acostándote de lado con el oído infectado hacia arriba.
Sostener el frasco de las gotas cerca del oído y gotear la cantidad recomendada dentro del canal auditivo.
Mantener la cabeza inclinada en la misma posición durante unos minutos para que las gotas entren completamente en el oído.
Si es necesario, repite el proceso en el otro oído.
Cierra bien el frasco de las gotas y guárdalo en un lugar fresco.
Lo qué debes saber de las gotas óticas
Las gotas óticas son líquidos que se aplican en el oído para tratar diversas afecciones, tales como: la infección del oído, la acumulación de cerumen y la disminución de la audición. Es importante tener en cuenta que las gotas óticas deben ser recetadas por un médico y seguir sus instrucciones precisas al utilizarlas.
Cabe destacar que las gotas óticas no deben administrarse en caso de tener lesiones en el oído o si se sospecha de una perforación de la membrana timpánica.
¿Cuándo debo comunicarme con un médico?
Si después de utilizar gotas óticas experimentas dolor o cualquier otro efecto secundario, debes comunicarte con un médico de inmediato. El dolor puede ser un signo de que algo no está funcionando bien y puede ser necesario hacer ajustes en el tratamiento o buscar una solución alternativa.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones pueden variar dependiendo del tipo de gotas que se estén utilizando; por ello, es esencial conocer previamente cómo se usan las gotas óticas.
Algunas contraindicaciones incluyen:
No usar en caso de alergia o hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de las gotas óticas.
No usar en caso de tener lesiones en el oído.
En muchos casos, las gotas óticas no se recomiendan para niños menores de 2 años.
En ocasiones, las gotas óticas pueden interactuar con otros medicamentos que se estén utilizando y producir reacciones adversas.
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