Conoce cómo afecta el reflujo gástrico a la garganta y las implicaciones que esto tiene para la salud en general.
El reflujo gástrico y sus características
Cuando se lleva a cabo el proceso alimenticio, la comida pasa por la garganta y llega al estómago a través del esófago. Justo en la parte que ambas estructuras se unen, existe un anillo de fibras musculares que evita el retorno del alimento ya deglutido; denominado esfínter esofágico.
Obviamente es una función que el cuerpo realiza de manera automática, pero cuando este anillo muscular no se cierra bien; los contenidos del estómago pueden devolverse hacia el esófago produciendo el reflujo gastroesofágico.
Sin duda, esta es una molestia bastante desagradable que puede generar náuseas u otros síntomas más severos como irritación y daño a largo plazo, si el ácido del estómago se acumula en la garganta.
También puede erosionar gravemente los tejidos en el esófago y causar la formación de una herida o llaga abierta. Asimismo, la úlcera esofágica puede sangrar, causar dolor y dificultar la deglución.
Es por ello que el reflujo gástrico puede llegar a ser una afección mucho más grave y duradera, si sus síntomas se tornan repetitivos. En estos casos, se recomienda iniciar tratamiento con un especialista para evitar posibles complicaciones en el mediano y largo plazo.
¿Qué daños produce el reflujo en la garganta?
Obviamente, si queremos saber cómo afecta el reflujo gástrico a la garganta, se debe iniciar por la sensación de ardor que causa detrás del esternón. Esta suele empeorar después de comer, durante la noche, al acostarse o agacharse; provocando un sabor ácido o amargo en la boca y garganta.
Del mismo modo, durante el embarazo o en personas con sobrepeso, las probabilidades de tener acidez estomacal se incrementan considerablemente.
Por otro lado, la laringitis por reflujo (también conocida como reflujo laringofaríngeo), es una de las manifestaciones extradigestivas del reflujo gástrico. También puede causar aumento en la flema y mucosidad.
Tips para mejorar o eliminar el exceso de mucosidad y flema causados por el reflujo gástrico
Aumenta la ingesta de líquidos.
Acuéstate con la cabeza algo levantada.
Mantén la cabeza elevada.
No suprimas la tos.
Usa un aerosol nasal salino o enjuague.
Humidifica el ambiente.
Ventila tu casa o centro de trabajo.
Síntomas y tratamiento
Cuando el ácido permanece poco tiempo en el esófago no alcanza a quemar; pero si llega a la laringe, producirá muchos síntomas dada la sensibilidad de estos tejidos. Algunos de ellos son:
Tos crónica.
Carraspera.
Ronquera.
Sabor amargo.
Moco o flema en la nariz y garganta.
Problemas de respiración durante el sueño (apneas).
Sensación de quemadura en la boca de estómago.
Sensación de ahogo.
Sensación de nudo en la garganta
Disfonía.
Disfagia.
Dolor en el pecho.
Regurgitación de alimentos
Problemas de asma por primera vez o asma que se agrava
En consecuencia, para diagnosticar qué daños produce el reflujo en la garganta de una persona que se presenta enferma con estos síntomas, se realiza un examen completo y se evalúa su respuesta a un ciclo de tratamiento con medicamentos orales.
De hecho, en algunos casos puede ser necesario realizar un examen endoscópico completo, biopsias, rayos X e impedanciometría de 24 horas con manometría esofágica.
Algunos de estos exámenes los realiza el otorrinolaringólogo, otros se encuentran a cargo de otras disciplinas médicas como la gastroenterología y la radiología.
La mayoría de pacientes mejora su cuadro clínico con una combinación de cambios en el estilo de vida y uso de medicamentos; con intervención quirúrgica en un mínimo de casos.
Entre los medicamentos más usados para controlar el reflujo gástrico se encuentran los antiácidos, inhibidores de bomba de protones, procinéticos y medicamentos que mejoran la barrera contra el ácido gástrico.
En contraste, los niños y adultos que no mejoran con el tratamiento farmacológico, pueden requerir un procedimiento quirúrgico. En estos casos, la funduplicatura es un procedimiento que ayuda a crear pliegues en el fondo del estómago para fortalecer el esfínter esofágico interior.
¿Cómo prevenir el reflujo gástrico?
Hay muchas formas de prevenir o mejorar la enfermedad; las más comunes son:
Evita ingerir comidas o bebidas 3 horas antes de acostarte.
Come despacio y en pequeñas cantidades.
Controla el sobrepeso.
Usa ropa cómoda.
No ingieras bebidas alcohólicas.
No fumes.
Levanta la cabecera de la cama entre 15 a 20 cm.
Complicaciones que causa el reflujo gástrico
Con el tiempo, la inflamación crónica del esófago puede provocar algunas de las siguientes complicaciones:
Estrechamiento del esófago (estenosis esofágica). El daño producido por el ácido estomacal a la parte inferior del esófago, causa un tejido cicatricial que estrecha el camino que recorren los alimentos; ocasionando dificultad para tragar.
Llaga abierta en el esófago (ulcera esofágica). El ácido estomacal puede erosionar gravemente los tejidos en el esófago y causar la formación de una úlcera que puede sangrar, causar dolor y dificultar la deglución.
Cambios precancerosos en el esófago (esófago de Barrett). Los cambios en el tejido que reviste la parte inferior del esófago pueden asociarse con un riesgo mayor de padecer cáncer de esófago.
Por último, debes tener en cuenta que antes de conocer qué daños produce el reflujo en la garganta, es importante cumplir con las medidas de prevención y revisiones médicas de rutina para evitar complicaciones.
Si quieres ampliar esta información o consideras que es momento de hacerte un buen chequeo preventivo, contáctanos.