Faringitis
La faringitis es la inflamación de la garganta (faringe) que causa dolor, molestias o sensación de carraspera; una afección frecuente en niños y por lo general contagiosa, que acaba propagándose a todos los integrantes del grupo familiar.
Tipos de faringitis
La faringitis posee una clasificación según su comportamiento. Entre los tipos de faringitis, es posible identificar los siguientes:
Faringitis aguda
Puede ser provocada por virus, hongos y bacterias. Aunque los síntomas son comunes, no es permanente y ofrece una rápida recuperación.
Faringitis crónica
Las causas de la faringitis crónica son principalmente el tabaco y el alcoholismo. Su síntoma principal es una molestia leve pero sostenida. Existen 3 tipos de faringitis crónica:
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- Faringitis crónica simple: Su principal característica es que provoca inflamación e irritación de la mucosa de la faringe.
- Faringitis crónica granulosa: Causa los mismos síntomas de una faringitis crónica simple, pero con agrandamiento del tejido linfático de la faringe.
- Faringitis crónica seca: Sus síntomas principales son irritación e inflamación común que torna la mucosa seca, causa carraspera y conlleva a presentar mucosa granulada.
Faringitis vírica
Algunos estudios revelan que la faringitis es un virus estacional y se asienta en la población de forma gradual. En este sentido, existe una serie de virus causantes de la gripe y del resfriado común, conformados por ciertos agentes infecciosos (adenovirus, coronavirus, rinovirus, influenza, entre otros).
En particular, consta de un periodo de incubación de 2 a 3 días antes de llegar a presentarse los primeros síntomas; los cuales incluyen sensación de fatiga, escalofríos, dificultad para tragar, sequedad en la garganta, cuadro febril leve, estornudos, tos y congestionamiento nasal.
Faringitis no infecciosa
Aunque se trata de un caso poco común, este tipo de faringitis no responde a ningún agente etiológico patógeno; es decir, ni virus, ni bacterias, ni hongos.
De hecho, esta variante es causada por enfermedades base del paciente, entre las cuales pueden mencionarse el reflujo gastroesofágico que irrita la faringe, la ingesta de sustancias químicas irritantes, cambios severos del clima que desarrollen alergias, entre otros.
Faringitis bacteriana
Por otro lado, la bacteria de estreptococo beta-hemolítico del grupo A (streptococcus pyogenes) es el principal responsable de este tipo de faringitis; aunque existen otras bacterias que logran aislarse en estas muestras como la mycoplasma pneumoniae, chlamydia pneumoniae y neisseria gonorrheae, siendo esta última la más común en personas sexualmente activas.
A diferencia de otros tipos, esta faringitis aparece de forma brusca y sus síntomas son más fuertes (la fiebre puede elevarse hasta los 40 grados y el dolor al tragar se irradia al oído).
En estos casos es preciso solicitar asistencia médica e iniciar tratamiento con antibióticos.
Faringitis causada por hongos
Aunque es muy poco común, se trata de una faringitis que generalmente se presenta en pacientes con enfermedades que lo mantienen inmunocomprometidos.
Sin embargo, así como puede darse en pacientes portadores del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), también puede manifestarse por un mal manejo y consumo de antibióticos.
¿Por qué se produce la faringitis?
Aunque la infección en la garganta generalmente se asocia con procesos virales; también puede tener un origen bacteriano.
De hecho, existe una amplia variedad de virus responsables del resfriado común que pueden producir faringitis o faringoamigdalitis; mientras que por otra parte, el virus de papiloma humano (VPH) se cuenta entre los menos frecuentes que también pueden llegar a provocarla.
Por otro lado, las bacterias son responsables de una fracción inferior al tercio de los casos totales; siendo los estreptococos del grupo A los predominantes en pacientes con faringoamigdalitis estreptocócica.
Diagnóstico y tratamiento
Sin duda con el examen físico y la observación directa un especialista puede identificar fácilmente una infección en la garganta sin mayores inconvenientes.
A pesar de esto, según las características observadas y/o los síntomas que se presenten; el médico podrá hacerse una idea si el origen del problema es viral o bacteriano.
En este sentido, aunque la mayoría de los casos se asocian con algún tipo de virus; si la sospecha apunta a causas bacterianas, debe hacerse un cultivo a partir de muestras tomadas directamente de la garganta con un hisopo.
Después de obtener los resultados, el especialista indicará el tratamiento a seguir que incluye por lo general analgésicos y antivirales.
No obstante, en aquellos pacientes con resultados positivos en el cultivo, se deberá iniciar esquema con antibióticos.
Síntomas
- Dolor de garganta (con intensidad al tragar).
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares.
- Malestar estomacal.
- Algunas personas experimentan dolor de oídos al tragar.
- Ganglios linfáticos inflamados y dolorosos en el cuello.
- Amígdalas enrojecidas y en algunos casos con puntos blancos.
- Mal aliento (alitosis).
- Algunos virus provocan además congestión y secreción nasal.
Posibles complicaciones
A pesar de que la faringitis es un proceso que transcurre sin mayores contratiempos en la mayoría de los casos, cuando se trata de una infección estreptocócica aguda que se repite una y otra vez o no cede al tratamiento con antibióticos; probablemente deba practicarse una amigdalectomía.
En particular esta cirugía se practica en niños que han sido evaluados con anterioridad y cumplen con ciertas condiciones (además de las infecciones recurrentes, pueden presentar problemas respiratorios por obstrucción de las vías).
Sin embargo, existen otras posibles complicaciones entre las que se pueden mencionar:
- Absceso periamigdalino.
- Infecciones de oído.
- Infecciones paranasales (sinusitis).
Recomendaciones para prevenir la faringitis
Existen varias medidas que puedes tener en cuenta a la hora de cuidar la faringe, así como también algunos factores de riesgo que inciden y predisponen su desarrollo. Entre los más comunes tenemos:
- Evita el consumo excesivo de alcohol.
- No fumar.
- Mantén una dieta sana y equilibrada, que fortalezca tu sistema inmunológico.
- Asegura una correcta hidratación.
- Humidifica el aire (en casos de ambientes fríos secos).
- Evita el mal uso de la voz, es decir, controla acciones como gritar o forzar la voz por intervalos prolongados.
- Mantén una correcta higiene bucal.
Preguntas frecuentes
Aunque la faringitis sea una enfermedad común, siempre es conveniente conocer las dudas de otros pacientes para conocer un poco más acerca de esta patología y aclarar cualquier inquietud.
¿La faringitis es contagiosa?
Sin duda la faringitis es una enfermedad contagiosa, debido principalmente a que el virus que produce la mayoría de los casos, permanece en el aire.
En particular, la faringitis suele tomar fuerza en grupos cercanos, cuando se realizan reuniones familiares u otro tipo de aglomeración de personas en espacios reducidos.
Por esta razón es una de las enfermedades más atendidas en consultas de atención primaria.
¿Cuánto tiempo dura en curarse la faringitis?
Una faringitis aguda o dolor de garganta, sigue siendo sinónimo de una infección en la laringe.
En la mayoría de personas, este proceso dura entre 7 y 10 días; tiempo en el cual comienza a ceder la enfermedad aún sin tratamiento ni medicamentos, solo con cuidados y reposo.
¿Cuándo es grave la faringitis?
Una faringitis aguda transcurre en general con cero complicaciones. No obstante, cuando se trata de una faringitis bacteriana por estreptococos, podemos decir que existe un número de complicaciones graves que suele producir; por ejemplo:
Fiebre reumática. Una condición poco común en la actualidad, que además lleva a padecer dolor en articulaciones e inflamación de las válvulas del corazón.
Abscesos. Se desarrollan en la garganta con pus y son dolorosos e imposibilitan deglutir. También suelen provocar fiebre elevada.
Infecciones. Circundante a la garganta, pueden desarrollarse infecciones como sinusitis, neumonía, otitis, mastoiditis y paso de gérmenes al torrente sanguíneo.
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