Sin duda, todos hemos experimentado en algún momento esa desagradable sensación que produce el cambio extremo de temperatura ambiental cuando apenas respiramos; y es probable que hayas llegado a preguntarte por qué duele la nariz cuando hace frío.
No obstante, además de la sensación de dolor, existen otros síntomas que se asocian con la temperatura del entorno y que afectan directamente nuestra nariz; contándose entre ellos el goteo, estornudos o resequedad interior.
Es por ello que en las próximas líneas encontrarás la respuesta a algunas de las situaciones que experimenta la nariz cuando debe enfrentarse a bajas temperaturas.
Generalmente tosemos en respuesta a una molestia y no siempre se debe a una enfermedad; siendo incluso saludable hacerlo en ocasiones. Sin embargo, cuando aumenta su intensidad y se prolonga por demasiado tiempo, deja de ser fisiológico para convertirse en un problema de salud.
¿Por qué ocurren cambios en la nariz a causa de la temperatura ambiental?
En primer lugar, recordemos que la función más básica que la nariz cumple dentro de nuestro organismo es la de humedecer y regular la temperatura del aire que ingresa a través de nuestras fosas nasales.
Por consiguiente, al respirar en temperaturas extremadamente frías, el aire se calienta casi inmediatamente al llegar al fondo de la nariz; alcanzando alrededor de 30°C y una humedad del 100% en unos pocos segundos.
Sin duda, esto nos confirma la eficiencia funcional de la nariz, pero no impide que el frío en exceso comience a alterar las condiciones generales de la mucosa nasal que puede llegar a irritarse; causando lo que se conoce como rinitis por frío.
En consecuencia, cuando el aire frío recorre la cavidad nasal, los nervios de esta región se activan e indican una alerta al cerebro; haciendo que éste a su vez responda con mayor flujo de sangre hacia esta zona y caliente el aire con mayor facilidad.
Por otro lado, la disminución de la temperatura en el interior de la nariz ocurre cuando el calor de ésta evapora el agua; y como para ello se precisa una gran cantidad de calor, la consecuencia inmediata es una nariz que se enfría.
¿Cuáles son las principales recomendaciones para controlar estos episodios?
- Emplear un pañuelo: El calor del pañuelo brinda cierto nivel de protección a la delicada zona de la mucosa nasal, evitando que el aire frío fluya de manera directa al interior de la nariz.
- Uso de anticolinérgicos: El uso de algunos atomizadores nasales con antinflamatorio ayuda a prevenir y controlar este tipo de situaciones.
- Consumir líquidos y bebidas calientes: Además de ayudar a disminuir el espesor de las secreciones, abrir las vías respiratorias y ser empleadas como descongestionante nasal; las bebidas calientes regulan la temperatura y mejoran el funcionamiento del sistema inmunológico.
- Evita sonarte de forma recurrente la nariz: Si está congestionada por frío e intentamos sonarla constantemente, solo conseguiremos irritar nuestra nariz más de la cuenta con resultados nada favorables.
Finalmente, para saber por qué duele la nariz cuando hace frío no es preciso indagar demasiado.
Del mismo modo que ocurre con la piel que puede llegar a sufrir quemaduras graves a causa del frío, la mucosa nasal puede verse comprometida ante cambios bruscos de temperatura; razón por la cual debe procurarse conservar su calidez en la medida que sea posible.
También es importante determinar si solo se perciben molestias en la nariz o si ya se ven afectados los senos paranasales; una afección que se presenta con cierta frecuencia en este tipo de situaciones y en cuyo caso también debe aplicarse tratamiento.