Trastornos de la voz y cuerdas vocales
Causas y tratamientos del Trastornos de la voz y cuerdas vocales
La laringe es una parte del sistema respiratorio que se encuentra entre la faringe y la tráquea. Estructuralmente está formada por 9 piezas cartilaginosas que se articulan a través de un conjunto de ligamentos y músculos que accionan sus funciones motoras: Abrir la vía aérea permitiendo la respiración, cerrarla para restringir el paso de líquidos y cuerpos extraños al canal respiratorio o la activación de las cuerdas vocales para la emisión de sonidos. Es por tanto un órgano multifuncional que interviene en los procesos de respiración, deglución, fonación y en general protege al cuerpo de agentes externos que puedan producirle algún daño.
Aun cuando evidentemente la función fonética no es la única que posee la laringe, con frecuencia se resalta sobre el resto ya que el sonido de la voz emerge justo desde este órgano.
Sintomas
La vibración que se produce en las cuerdas vocales (bandas de músculo que forman parte de dicha estructura) es lo que genera el sonido; siendo esto posible gracias a la acción que ejerce el aire que se expulsa desde los pulmones. Cuando no ocurre con normalidad, podría estar presentando un cuadro de disfunción de las cuerdas vocales, cuyos síntomas comunes son los siguientes:
– Dificultad respiratoria.
– Garganta adolorida, con irritación frecuente.
– Cambios en la voz que puede percibir como ronquera.
– Sensación de ahogo.
– Tos o necesidad de aclarar la garganta.
– Ruidos al respirar (estridor, jadeo o sibilancia).
– No logra alcanzar algunas notas altas al cantar.
– Amerita un gran esfuerzo para lograr que salga la voz al hablar.
Causas del Padecimiento
Las alteraciones que ocurren a nivel de las cuerdas vocales pueden tener diversos orígenes y su tratamiento también estará sujeto a identificar la causa del padecimiento. Entre las más comunes se refieren:
– Trastornos neurológicos que producen espasmos sobre los músculos que controlan las cuerdas vocales (disfonía espasmódica).
– Parálisis de las cuerdas vocales.
– Lesiones del fumador (malignas o pre-cancerosas).
– Lesiones benignas en las cuerdas vocales por abuso y mal uso de la voz (pólipos, quistes o nódulos).
– Tumores benignos o papilomas en la laringe (papilomatosis laríngea).
– Daño a los nervios laríngeos.
– Cicatriz por cirugía previa en el cuello.
– Cáncer de garganta.
– Gritos o excesos en el uso de la voz.
El diagnóstico se inicia con la exploración física luego de haber conversado con el paciente sobre posibles causas, usos y abusos de la voz. El laringoscopio y el espejo son herramientas básicas en esta revisión, pero su especialista puede emplear otro tipo de instrumentos y estudios específicos como el electromiograma de laringe o el videoestroboscopio.
Una vez determinadas las causas del problema, el tratamiento puede ser farmacológico (en caso de afecciones específicas que ameriten antinflamatorios u otros medicamentos regulares); quirúrgico (cuando se requiera la extirpación de lesiones); o terapéutico (con apoyo de un especialista en terapias del lenguaje). También es muy probable que deba cambiar algunos hábitos que afecten su salud vocal y tratar otras patologías que agreden indirectamente sus cuerdas vocales.
Recomendaciones
Entre las principales recomendaciones a tener en cuenta para mejorar los trastornos de la voz, se pueden citar:
– Minimizar el consumo de alcohol y tabaco. Ambos son altamente irritantes para la mucosa laríngea, producen daños en otros órganos del cuerpo y generan predisposición a la aparición de células cancerígenas.
– Mantenerse hidratado y descansar. El reposo es fundamental cuando la causa obedece a los excesos (frecuente en ciertas profesiones). El consumo de agua ayuda a mejorar la irritación y facilita la regeneración celular.
– Tratar las alergias. Si sufre de alergias y está afectando su garganta, el especialista en este tipo de patologías debe indicar el tratamiento específico para controlar los efectos y mejorar los síntomas.
– Controlar el reflujo gastroesofágico. Consulte con su gastroenterólogo el tratamiento preciso para esta condición, de manera que pueda mejorar el impacto de ésta sobre su garganta.
– Minimizar la exposición a humo y otros agentes contaminantes del aire. El humo y los productos químicos pueden irritar su garganta al ser inhalados, afectando sus cuerdas vocales. Evite los lugares expuestos y en el trabajo recuerde emplear el equipo de protección personal diseñado para tal fin.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Las condiciones más comunes de los pacientes que asisten al consultorio de la doctora Brenda:
Amigdalitis
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Congestión nasal
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Ganglios en cuello
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