Infección del oído
Afecciones del oído
En estos cuadros puede producirse dolor intenso acompañado de secreción a través del conducto auditivo, pinchazos, sensación de taponamiento del oído, sensación de zumbidos y fiebre. Un paciente que padece de una infección del oído necesita que se le realice una historia médica completa para conocer la causa de la inflamación y una exploración del oído, que se puede realizar mediante un otoscopio, otomicroscopio, videotoscopio, audiometrías, entre otros procedimientos de diagnóstico.
En estos cuadros puede producirse dolor intenso acompañado de secreción a través del conducto auditivo, pinchazos, sensación de taponamiento del oído, sensación de zumbidos y fiebre. Un paciente que padece de una infección del oído necesita que se le realice una historia médica completa para conocer la causa de la inflamación y una exploración del oído, que se puede realizar mediante un otoscopio, otomicroscopio, videotoscopio, audiometrías, entre otros procedimientos de diagnóstico.
Los procedimientos que pueden realizarse en el consultorio son:
Posibles causas de una infección de oído
Es una causa importante de la pérdida auditiva infantil (o Hipoacusia) y debe descartarse la presencia de mucosidad, ya que la generación de moco en esa zona representa una dificultad significativa en la comunicación entre la nariz y el conducto de la trompa de eustaquio.
Prevención:
La infección del oído (cuando es de causa externa) puede intentar prevenirse evitando el mal uso de los bastoncillos y el cuidado de que no entre agua frecuentemente en el mismo, en especial si esta agua tiene grandes cantidades de cloro, como normalmente sucede en el caso de las piscinas. Para los nadadores de afición o profesión, siempre se recomienda el uso de tapones de silicona para meterse al agua sin riesgo de que esta quede atrapada en los canales auditivos.
Los tratamientos más comúnes son:
Lo más probable es que se le administre algún antiinflamatorio, así como gotas óticas para cortar la evolución del proceso luego de los chequeos y el control clínico pertinentes. En los escenarios más avanzados de infecciones del oído se puede necesitar de drenajes transtimpánicos mediante una intervención quirúrgica simple para evitar que se produzcan secuelas del oído a largo plazo. De cualquier manera, es necesario que acuda al doctor en cuanto presente alguno de los síntomas de infección del oído.
Síntomas de una infección de oído
Las infecciones en el oído suelen desaparecer por sí solas. De hecho, muchas de ellas son tratadas en el hogar con fármacos de venta libre, entre los que es común el acetaminofén y un par de días de reposo.
En particular, los síntomas de una infección de oído pueden iniciar entre 2 y 7 días después de originarse un resfriado o infección de las vías respiratorias altas. Entre los más comunes tenemos:
Dolor de oído
Fiebre
Problemas para dormir
Vértigo o mareos
Náuseas
Posible secreción de líquido espeso y amarillento
Sensación de taponamiento
Enrojecimiento del pabellón de la oreja
Sensación térmica (calor)
Discapacidad auditiva
Nerviosismo e irritabilidad
Congestión nasal
Dolor de cabeza
¿Cuándo ir al médico?
Aunque existen cuidados en el hogar para tratar de manera básica una infección de oído, es importante conocer cuándo es conveniente acudir al médico.
Por ejemplo, aplicar una compresa o un paño caliente sobre el oído afectado ayuda a aliviar el dolor. Asimismo, el uso de tapones para los oídos evita que entre agua al oído afectado a la hora del baño.
Sin embargo, estos tratamientos por eficaces que parezcan, solo alivian las molestias y no atacan el problema de raíz.
Es por ello que, ante síntomas como la fiebre, dolor intenso, pérdida de la audición o secreciones del oído; lo recomendable es asistir a consulta con un médico otorrinolaringólogo tan pronto como sea posible.
El especialista además de revisar los síntomas y emitir un diagnóstico certero, podrá aplicar el tratamiento más conveniente para cada paciente.
Tipos de infecciones de oído
Con frecuencia las infecciones del oído pueden afectar cualquiera de las partes del sistema auditivo. Esto da origen a una clasificación de tres tipos:
Infección del oído externo
Tiene su origen en la piel del conducto auditivo. La causa principal de esta afección es la concentración de humedad en esta zona (algo que comúnmente se conoce como oído de nadador), lo cual propicia la proliferación de bacterias.
También puede darse cuando una persona introduce objetos extraños al oído (como un palillo o su dedo). Este gesto arrastra bacterias desde el exterior que pueden causar una infección.
En general, este tipo de infecciones causan dolor, inflamación, problemas auditivos y secreción de líquido que produce taponamiento.
Una vez ha sido tratada la infección, los síntomas desaparecen (incluso cualquier pérdida transitoria de la audición). Es por ello que sin lugar a dudas, es recomendable acudir a consulta con el especialista.
Infección del oído medio
Por otro lado, esta afección se produce por acumulación de líquido en el espacio medio del oído, hacia la Trompa de Eustaquio. Esta estructura no es más que el conducto estrecho que empalma el oído medio con la parte posterior de la nariz.
Su importancia radica en que permite el paso del aire y su desplazamiento entre el oído medio y el exterior. Este aire constante es absorbido por el revestimiento del oído medio a lo largo del día.
Cuando esta función colapsa, el vacío que se produce genera una pérdida de presión de aire que finalmente se llena de líquido proveniente de las células que revisten el oído medio.
Todo esto se produce con frecuencia a causa del resfriado común o alergias nasales; los cuales hacen que la parte posterior de la garganta y el revestimiento de la nariz se inflaman, provocando un bloqueo.
Infección de oído interno
Por último, las infecciones del oído interno son los casos más inusuales si se les compara con las del oído externo y medio.
La infección del oído interno compromete mucho la audición, por esa razón es muy peligrosa.
Obviamente el oído interno es mucho más resistente a estos ataques, ya que por su profundidad es difícil que las bacterias o virus lleguen hasta ahí.
No obstante, también puede que algún tipo de virus logre llegar hasta el oído interno y dañarlo; provocando en consecuencia la pérdida súbita de la audición.
A este trastorno se le conoce como pérdida auditiva neurosensorial súbita y debe ser evaluado con urgencia ya que, cuanto antes se practique su abordaje, las probabilidades de recuperación de la capacidad auditiva se incrementa.
Si deseas obtener mayor información relacionada con alguno de los servicios que ofrecemos, solicita una cita con nosotros. Contáctanos.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Servicios y Especialidades
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Las condiciones más comunes de los pacientes que asisten al consultorio de la doctora Brenda:
Amigdalitis
Adenoides
Congestión nasal
Desviación del tabique nasal
Dificultad para respirar
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Dolor de oídos
Faringitis
Faringolaringitis
Fractura nasal
Ganglio en cuello
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